Visitar la Escuela Museo Origami de Zaragoza (EMOZ) es una de las cosas más originales que puedes hacer en la capital aragonesa.
De hecho, es el primer museo dedicado a este arte en Europa y la verdad es que merece la pena visitarlo. Además, las exposiciones cambian cada tres meses, por lo que puedes ir varias veces al año y te seguirá sorprendiendo.
El Museo de Origami está en el piso superior del Centro de Historias de Zaragoza, en la Plaza San Agustín. Las entradas se compran directamente arriba pero si tienes dudas o quieres visitar alguna otra exposición en el Centro, pregunta en la recepción.
Aparcar por la zona en fin de semana es bastante complicado. La mejor alternativa es utilizar el transporte público pero si vas en tu propio coche tienes un parking de pago en la cercana calle del Coso y otro en la Plaza de los Sitios.
En pocas palabras, el origami es el arte de plegar papel. Evidentemente, para que se inventara el origami primero tuvo que fabricarse el papel, algo que sucedió por primera vez en China en el siglo II. Desde allí su uso se fue extendiendo, llegando a Japón en el siglo VI y popularizándose en occidente entre el IX y el XV.
La técnica del origami nació en Japón y allí se crearon las primeras figuras. En japonés, «ori” significa trabajo y “gami” es papel, encontrando su equivalente en la palabra papiroflexia, que deriva del latín («papȳrus» significa papel y «flexus«, doblar).
Como se explica en la web de la EMOZ, a finales del siglo XIX la tradición oriental y las técnicas occidentales confluyen y se popularizan gracias a la globalización y al uso de internet.
Actualmente la temática de los diseños es muy variada y el nivel de complejjidad y de realismo que pueden alcanzar las figuras es sorprendente. De hecho, si tu nivel como papiroflecta se parece al mío y sólo sabes hacer pajaritas, ranas y barquitos de papel, vas a alucinar.
Este museo es tan especial que puedes disfrutar del origami antes incluso de entrar a la exposición. Ya en el pasillo podrás descubrir cómo se fabrica el papel y ver algunas obras muy llamativas, como un impresionante Pegaso creado por Eric Joisel.
El recorrido por el museo se realiza de manera libre. Comienza con la historia del plegado del papel, y tras pasar por una salita con ejemplos de las diferentes técnicas de plegado, continúa con la exposición propiamente dicha.
Nuestra visita coincidió con los últimos días de una muestra protagonizada por animales creados por Beth Johnson. Había conejos, ardillas, gorilas, koalas, abejas, pájaros de distinas especies… ¡Hasta una preciosa medusa blanca!
Todos se parecían muchísimo a los de verdad, solo que eran de papel y en formato mini. Lo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta que el origami se realiza sin utilizar tijeras ni pegamento, tal como se hacía en la antigüedad.
La EMOZ es un museo apto para niños de todas las edades pero conviene explicar a l@s más peques que las figuras no se pueden tocar. Para que no se queden con las ganas de ser papiroflectas por un rato, puedes comprar unas cajitas que llevan con todo lo necesario para crear la figura que elijan desde cero, aunque es posible que necesiten un poco de ayuda.
Te aseguro que en este Museo de Origami vas a ver cosas que no imaginabas que fueran posibles y te marcharás con ganas de volver. Así que, si vives cerca de Zaragoza o pasas por la ciudad, no dudes en acercarte al Centro de Historias.
¡Seguro que te sorprende!
14 enero 2023
Ricardo
Muy, muy recomendable la visita a este museo, además sabiendo que la exposición cambia cada pocos meses, siempre puedes volver a visitarlo. Y sí, mejor transporte público qué coche particular. Un museo en Zaragoza que es muy famoso en Japón.
Mª.Victoria B.L.
Sí, vienen personas de todo el mundo a visitarlo y no me sorprende, la verdad. Un saludo.